Bebés descalzos. Cuatro beneficios

14.9.16

¡Hola! ¡Bienvenidos nuevamente! 
En esta entrada continuaremos reflexionando sobre el desarrollo motor del bebé. Vimos que en base a su investigación, Emmi Pikler recomienda especialmente dos cuestiones, no intervenir directamente forzando posturas y movimientos y cuidar ciertas condiciones: la vestimenta, el espacio y la superficie y los juguetes.

Comenzamos ocupándonos de la elección de la ropa pero por la amplitud del tema, habíamos dejado el calzado para profundizarlo aquí.
Somos seres bípedos… Es decir que nuestro cuerpo viene "programado" para desplazarnos sobre "dos pies". Toda la experimentación y el esfuerzo motor que va a hacer el bebé durante el primer año, tienen como fin, adquirir la marcha… caminar. O sea que esos piecitos, en algún momento, llegarán a ser la base donde se apoyará y erguirá todo su cuerpo.

Emmi Pikler, en Moverse en Libertad, aborda en un único párrafo el tema del calzado (podrán verlo en la próxima imagen), así que complementaremos el marco teórico con información extraída del artículo titulado, Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes. Lo elaboró en 2007, Isabel Gentil García, profesora de la Universidad Complutense de Madrid

¿Vamos?
Nos estamos refiriendo específicamente al desarrollo motor de bebés que no posean un impedimento neurológico o físico diagnosticado.

Como concluimos en el post anterior, cuando deseamos que los bebés adquieran sus movimientos de manera libre y autónoma, logrando ser protagonistas de su aprendizaje motor, no nos queda otra opción más que privilegiar la comodidad por sobre la coquetería
Si queremos que experimenten, que conozcan su propio cuerpo, sus posibilidades y sus límites, les tendremos que brindar, ropa de géneros flexibles y que se adapten al contorno de su cuerpo. El criterio para el calzado es exactamente igual

Dejando de lado la moda, las funciones principales del calzado son dos:
   1. PROTEGER el pie en el contacto con la superficie para evitar eventuales daños.
   2. ABRIGAR frente a bajas temperaturas.

Un bebé que no camina, no expone su pie a ningún daño que le pudiera provocar el contacto con la superficie… por lo que, si el ambiente está climatizado, no tendría la necesidad de ningún tipo de calzado

Ahora bien, que no exponga su pie a la superficie, no significa que no haga uso de su pie… 
El primer juguete de un bebé son sus propias manos (las mira, las lleva a la boca, abre los dedos, los cierra, aprieta, observa con atención las manos de otros) y el segundo, son sus pies. ¡Qué felicidad cuando los encuentran por primera vez!

(Este comportamiento es tan fácilmente observable que hasta Cortázar lo toma en el capítulo 32 de Rayuela... "Bebé Rocamadour, bebé, mon bebé. Rocamadour: Rocamadour, ya sé que es como un espejo. Estás durmiendo o mirándote los pies." Dos opciones.)

Decimos que es una de las actividades preferidas de los bebés porque sin condicionamientos culturales, forma parte de su comportamiento natural... Eligen hacerlo. Y los bebés sólo eligen lo que les causa algún tipo de placer, sólo hacen espontáneamente lo que disfrutan... No tienen vueltas, si no les gusta algo, lloran. Punto. Entonces tiene que suceder "algo lindo" en esa experimentación... Y sí... Tener los pies libres, presenta una serie de beneficios que los bebés intuyen... ¡sabiduría natural!

Dividimos esos beneficios en dos grupos... Por un lado, la información que va a recibir desde el mundo hacía sí mismo... Y por el otro, la información que va a recibir desde su propio cuerpo

INFORMACIÓN DEL ENTORNO

1. SENSIBILIDAD TÁCTIL
El tacto del pie, hasta aproximadamente los 8/9 meses, es más fino que el tacto que tiene el bebé en las manos. Con los pies, recibe información de su entorno y por eso, toca con ellos todo lo que tiene a su alcance, los manipula y los lleva a la boca donde las terminaciones nerviosas sensitivas son mayores. Estos datos llegan al cerebro generando nuevas conexiones neuronales

INFORMACIÓN DE SU PROPIO CUERPO

2. SENSIBILIDAD PROPIOCEPTIVA
El pie es uno de los extremos de su cuerpo… Tomar contacto con él, le permite identificar su límite corporal y al estimularlo fortalecerá la sensibilidad propioceptiva. Es decir, su cerebro recibirá la información de la posición y del movimiento que está realizando sin necesidad de "verlo". Esta sensibilidad va armando su esquema corporal y es de utilidad para toda su vida.
3. FORTALECIMIENTO DEL TONO MUSCULAR
Los pies y los tobillos necesitan fortalecerse para el trabajo que harán unos meses después: sostener el equilibrio todo el cuerpo. Los movimientos que naturalmente hace el bebé, colaboran en eso. Por ejemplo, cuando reptando llegan hasta una pared, suelen apoyar los dedos y flexionarlos contra ella, (como en "puntitas de pie"). Esa misma posición, está presente cuando damos un paso. Su experimentación le da plasticidad al pie. 
4. EXPLORACIÓN DE PUNTOS DE EQUILIBRIO
El pie liberado le permite abrir y cerrar los dedos, ejercitación necesaria para cuando necesite evaluar los puntos de apoyo. Los dedos levemente separados, aportan una superficie mayor que si están todos juntitos. Esto se traduce en más estabilidad.
Además, cuando el bebé comienza a pararse (en general esto sucede en su mismo espacio de juego, o sea, sobre una superficie segura), la misma piel del pie ofrece la resistencia que colabora para que no se resbale

Un bebito o una bebita con medias, escarpines o zapatitos, limita toda esta experiencia. No es la misma información que envía al cerebro un pie en contacto directo con diferentes superficies y texturas que un pie con una barrera (suela, media) intermediando. 


¿Y SI HACE FRÍO?

Si la calefacción no es la adecuada o el piso es frío, estaríamos necesitando el calzado para su otra función: abrigar. Y las condiciones son las mismas que para la vestimenta: material flexible que se adapte a la forma y movimiento de su pie
Personalmente recomiendo medias con antideslizante o botitas tejidas (la mamá de una alumna, le tejió unas a su bebé y le hizo unas líneas con pegamento de silicona para que no resbalen, ¡una genia!)
De a ratos controlaremos que sigan agarradas al pie… Cuando se empiezan a salir, las acomodamos… El pie siempre tiene que estar cómodo, sin sobrantes de tela


¿Y CUANDO COMIENZA A CAMINAR POR SUPERFICIE IRREGULARES?

Y si está sobre una superficie que puede lastimar su pie, elegiremos una SUELA SEMIFLEXIBLE (no rígidas) para que siga permitiendo movilidad. El tobillo también tiene que estar liberado, las botas acordonadas o con cierre, lo inmovilizan.
Además, tienen que ser LIVIANOS (ni armados, ni con una suela súper alta) y… ¡de SU TALLE!
Si a nosotros nos cuesta llevar calzado que nos queda grande o nos pesa (¿nunca sintieron dolor en la pantorrilla después de tener algunas botas pesadas?), imagínense a alguien que está experimentando y conociendo el equilibrio y haciendo mucho esfuerzo por despegar el pie del piso para hacerlo avanzar
Es lógico que como el crecimiento corporal es vertiginoso, a la hora de comprar, uno elija talles más grandes para que se aprovechen durante un par de meses… pero quizás no es necesario que el bebé, en esta etapa, tenga varios pares de calzado para intercambiar… Con uno pero adecuado a sus pies, es suficiente… Se pueden buscar alternativas buena onda, como coordinar entre grupos de amigos, para ir rotando el calzado a medida que el pie crezca, ¿no? 

Dato extra: durante la primera infancia, si queremos fomentar la autonomía en los niños, el calzado cerrado mediante abrojo, es el ideal… En esta etapa porque evitamos cordones que se desaten y más adelante, cuando ellos ya pueden avisarnos que se desataron, porque el abrojo es muchísimo más fácil de manipular. De esta manera, ya a los dos años, pueden calzarse y descalzarse solos










Este pie precioso es de una de las bebitas de mi Sala. Ahora ya camina pero no saben lo lindo que fue ser testigo de toda su experimentación. Esa foto me encanta porque se observa en los pliegues de la superficie, la fuerza que está ejerciendo con su dedito gordo… Si hubiera estado calzada, no hubiese sido lo mismo.


-----
Cuando la temperatura lo habilita, inmediatamente descalzo a los bebés… Es casi una obsesión… A lo mejor porque más allá de la fundamentación teórica, a mí también me molesta tener el pie aprisionado… Y lo curioso es que cuando alguien pasa por la Sala, sea adulto o niño más grande, lo primero que dice es… "¡Ay, están descalzos! ¡Qué lindo!" con expresión de nostalgia… de "quién pudiera"
¡A todos nos gusta estar descalzos! ¡A todos nos gusta mover los deditos de los pies! ¡A todos nos gusta experimentar la sensación de libertad al quitarnos las medias! ¡El contacto de la planta del pie con la arena de la playa o con el césped, es memorable! Los bebés forman parte de una comunidad con ciertas costumbres culturales, eso es innegable… pero mientras las van adquiriendo, ¿qué tal si les damos el gusto? =)

En la próxima entrada: espacio y superficie para moverse en libertad. 

¡Gracias a los que pasan por aquí! (¡Gracias, Mica y Julia! ¡Gracias, Mamá!) 
¡Gracias, Soledad, por haberme dado permiso de usar la imagen de A en esta entrada!
¡Hasta pronto! ¡Hasta luego por Facebook!

___
Fuentes consultadas: 
-Emmi Pikler - Moverse en Libertad. Desarrollo de la Motricidad Global. Budapest. 1969.
-Isabel Gentil García - Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes. Universidad Complutense de Madrid. 2007. (Pueden leerlo completo aquí)

No hay comentarios. :

Publicar un comentario

¿Qué te pareció esta entrada? ¿Querés hacer algún comentario?
Será una alegría leerte... :D